14. ene., 2013

PREPARAR EL CAMINO

El profeta Isaías menciona en su profecía que se manifestaría la gloria del Señor y que toda carne la vería.  Todos deseamos ver la manifestación de esa gloria. Especialmente las nuevas generaciones.  Las condiciones divinas para esa manifestación se detallan así:
“Voz del que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.  Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane”  Isaías 40. 3 – 5.
Se tienen que operar cambios significativos, hay que hacer los preparativos indicados por Dios.
S. Lucas cita al profeta Isaías para hablar de Juan el Bautista, había llegado la hora de preparar ese camino y a eso vino el último profeta del Antiguo Testamento.  Juan era la Voz, del que clamaba por un cambio, una verdadera transformación. Las estructuras del sistema empezaron a temblar cuando esa Voz empezó a tronar.  S. Lucas 3. 3 – 6.
La gente que oía a Juan en el desierto reaccionaba compungida al oír la palabra de Dios. ¿Qué haremos? Era la pregunta.
“Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene, y el que tiene de comer, haga lo mismo.  Vinieron también los publicanos para ser bautizados, y le dijeron: ¿Qué haremos? El les dijo: No exijáis más de lo que está ordenado.  También le preguntaron unos soldados diciendo: Y nosotros, ¿Qué haremos? Y él les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario”.  S. Lucas 3.  10 – 14.
¿Estamos dispuestos a vivir un cambio así? Siendo así: ¿Realmente queremos ver la gloria de Dios?
Una gran multitud reaccionó de la misma manera al oír a Pedro anunciarles el evangelio del reino:
“Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿Qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiereis el don del Espíritu Santo.  Hechos 2.  37, 38.
¿Qué respuesta provoca en la gente el mensaje que se predica hoy? En los mismos cristianos; ¿Qué reacción o que respuesta genera en nosotros el oír a Dios?
El profeta  Habacuc dice haber “Temido” al oír la palabra de Dios.  Todo el capítulo tres habla de la manifestación de la gloria de Dios, Habla de la manifestación de la presencia de Dios y de la manifestación del poder de Dios.  Habacuc 3.  2 – 19

• Gloria
• Presencia y
• Poder de Dios.

¿Qué es entonces lo que sucederá en la preparación del camino al Señor?
Hemos citado a profetas y a apóstoles, el protoevangelio y el evangelio del reino de Dios.  La reacción de la gente al oír ese mensaje transformador. Con arrepentimiento y compunción.  La voz del profeta habla de nivelación.

• Los que están abajo deben subir.
• Los que están alto deben bajar,
• Lo que está torcido se debe enderezar y
• Lo áspero se debe allanar.

Una verdadera transformación hacia adentro y hacia afuera de la iglesia.  Se puede ver en el diseño de Dios una sociedad sin esas diferencias económico-sociales, con una expresión clara de la fe en el Dios que transforma la criatura y su entorno.

• El que recogió mucho no le sobró y el que recogió poco no le faltó.  2ªCorintios 8.  14, 15.
• En la naciente comunidad del reino, no había entre ellos ningún necesitado.  Hechos 4.  32, 34, 35.
• En el Cuerpo de Cristo; los miembros que  parecen más débiles, los que parecen menos dignos, que parecen menos decorosos, son tratados por el Señor con equidad.  Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencias en el cuerpo sino que todos se preocupen los unos de los otros. 1ª Corintios 12. 14 – 26.

Es un tiempo de arrepentimiento, un tiempo de nivelación y un tiempo de gloria, con la manifestación de la presencia y del poder de Dios..
El profeta ve el camino, y ve venir ese futuro glorioso:
“Se alegrarán el desierto y la soledad, el yermo se gozará y florecerá.  Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.  Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.  Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis, he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago, Dios mismo vendrá, y os salvará.
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.  Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque agua serán cavadas en el desierto y torrentes en la soledad. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado: Camino de Santidad; no pasará inmundo por él; sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere por este camino, por torpe que sea no se extraviará.  Habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas, y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.  Isaías 35.  1 – 6, 8, 10.
En la primera venida del Señor, Dios usó a Juan, fue el que: Prepara camino al Señor.
En este tiempo es la iglesia la que tiene que preparar el camino al Señor. Esperamos grandes manifestaciones del Señor, y eso tiene sus condiciones. Avanzamos hacia la culminación de la historia, dentro de las señales que proféticas que se dan, hay cuatro que deseo mencionar:

• El evangelio del Reino será predicado por testimonio a cada nación.  La Gran Comisión avanza con la totalidad del mensaje a la totalidad de la humanidad y de la creación.
• El Espíritu Santo será derramado sobre toda carne.  El pentecostés planetario, el pleroma del derramamiento sobre la totalidad de la humanidad.
• El conocimiento de la gloria de Dios.  La gloria de Dios en los cielos y en la tierra,  expuesta en toda su magnitud.
• Habiendo cumplido con el Gran Encargo de Jesucristo, La iglesia, se levantará y se verá gloriosa, sin mancha y sin arruga.

No es un salto de los acontecimientos, es un proceso.  Paso a paso, como cuando el día amanece.  Estamos conociendo a Dios y seguiremos conociéndolo.  Vamos siendo transformados. ¡Vamos de gloria en gloria! De ¡Victoria en victoria! ¡Prepárese y prepare a otros para lo que va a venir! ¡Levante su expectativa! Vamos hacia el fiel cumplimiento de las gloriosas promesas de Dios.

 Juan José Churruarin