8. abr., 2013

EL FUEGO DETERMINARÁ LA CALIDAD DE LA OBRA

Pedro, dice que; la purificación de nuestras almas, viene por la obediencia a la verdad.  Un amor fraternal no fingido que nace de un corazón puro.  1ª Pedro 1.  22.  Sigue diciendo Pedro que no debemos sorprendernos por el fuego de la prueba.  1ª Pedro 4.  12.
Toda obra debe ser examinada por fuego.  1ª Corintios 3.  13.  Así mismo toda relación será expuesta al fuego examinador.  Si nuestras relaciones se vienen construyendo sobre una base legítima y con aquellas cosas “No combustibles al fuego” entonces el fuego solo contribuirá a purificar nuestras relaciones y también la obra que estamos haciendo para el Señor.
Esto, debería hacernos muy cuidadosos a la hora de construir nuestras relaciones y el ministerio que se nos ha confiado.  Por más amor que haya habido o que siga habiendo, por más diligencia que  pongamos para agradar al “Otro” llega un momento en que ese matrimonio tan bonito que se está volviendo como un referente en la iglesia, pasará la prueba del fuego.  Los que hemos pasado por eso, sabemos de qué hablamos, y también sabemos que luego de cruzar por las llamas, ese amor y esa relación se hace más sólida y más rica en Dios.  Como dice el profeta: “Cuando pases por el fuego no te quemarás, la llama no arderá en Ti” Isaías 43.  2.
Lo mismo acontece en otras relaciones, por ejemplo; la relación entre hermanos en la fe.  La prueba muchas veces es un conflicto que amenaza con destruir todo lo que nos ha costado tanto construir para la gloria de Dios.  Ese conflicto es un fuego, y en esas situaciones en donde “Vivir la Palabra” se vuelve una verdadera prueba.  Y solo purifica el alma el que es obediente a la verdad.  Como vemos, esa prueba es como un fuego purificador si es que caminamos en medio de “Las llamas” en obediencia a la verdad.  El amor es puesto a prueba, no es un amor sentimental, o de conveniencia, o de religiosidad; es un amor sin fingimiento, de ser de otro modo, a las primeras escaramuzas se termina y las relaciones quedan rotas.
David y Jonatán habían hecho pacto ante Dios, ese pacto fue hecho en días de aflicción, para David especialmente. Jonatán sufría también por ver a su amigo que él consideraba más que un hermano, andar por la vida huyendo para mantener su vida.  Pero llegó el día en que David consolidó su reino, de la casa de Saúl ya no quedaba nadie; y en un momento de triunfo, digamos “De éxito” se acordó del pacto con su amigo y hermano 2º Samuel 9.  1 – 13. Y le fue traído un hijo de Jonatán, lisiado, impotente ante la vida al cual hizo misericordia.  Esa fue una prueba de fuego para David, en los grandes éxitos, solemos olvidar las promesas que hemos hecho en la aflicción y hasta Dios se queda sin lo prometido.
No soy la excepción a la regla, este año con la ayuda de Dios Sara M y su modesto servidor, celebraremos el 45º aniversario de casados, 47º de haber hecho nuestro compromiso ante Dios.  Los fuegos que han venido solo hicieron arder las muletas y bastones que cada uno había elegido para su propio sostén, pero el amor; aún cuando casi morimos por causa de enfermedades humanamente insuperables se purificó y ambos salimos fortalecidos y purificados de esa prueba.
También me ha pasado con colegas del ministerio, también con los discípulos que Dios me dio para que fueran perfeccionados para la obra del ministerio, oí a Dios decir: “Los hijos no se van” yo pensaba que sí, que se irían; no a la obra, sino amargados y maldiciendo. Pero otra vez, el fuego se llevó todas las pobres basuras que nosotros creemos que sirven para algo y quedó el amor indestructible de Nuestro Señor en nosotros.  Pablo supo dejar por basura lo que pretendía robarle lo que no se compra y no se vende.  No está a la venta en el marcado de la religión.
Hemos ayudado a cuanta iglesia que lo necesitó, todo por tener un concepto de reino, la obra es de Dios, pero también en eso; el fuego de la prueba examinó nuestra relación y nuestro amor.
¡Cómo agradezco a Dios por esas personas fieles y obedientes! ¡Cuánto bien le hacen a mi vida gente así! Solo de verlos respiro fragancia de Cristo en ellos.  ¡Cuánto bien me hace un abrazo sincero, de gente que me ama a pesar de mis defectos!
Siento mucha pena cuando una de esas personas se va haciendo “Vieja” y va perdiendo la impronta por las limitaciones propias de la edad.  Solo quiero enterarme si están bien y con eso me basta.  Me nutro del saber del bienestar de mis hermanos y colegas.  En un mundo tan venido a menos, todas las relaciones son “Descartables” y eso afecta a la iglesia. Nosotros pertenecemos a otro espíritu.

JJCh

Hermano ven, y amémonos.
Y no me arrojes de tu amor.
Que somos UNO en Él para mostrar la imagen del Señor.
El mundo lo verá, que somos suyos tu y Yo
Por amar como Él amo, al fin comprenderán.
Dame la mano y echa a andar, vayamos juntos a  encontrar
La unidad de la fe la plenitud,
Y ser como Él perfectos en amor.
Veo en tu rostro fulgurar,
La hermosura de Jesús, somos la iglesia que el compró
Con sangre y con amor.
Amémonos aquí a sus pies, tengamos tierna comunión.
Somos el fruto de Su amor el triunfo de Su cruz. 

L y M: JJCh