1. may., 2015

EDAD BIOLÓGICA, EDAD MENTAL, EDAD ESPIRITUAL

EDAD BIOLÓGICA,  EDAD MENTAL,  EDAD ESPIRITUAL

Matusalén vivió 969 años, fue hasta donde sabemos, el más longevo de la historia.  Desde entonces, el promedio de vida fue descendiendo y ya Moisés dice que la edad debería estar entre los 70 u 80 años.  Salmo 90. 10.  La ciencia; medicina y tecnología, con sus cuidados, han aumentado la “media” de longevidad.  Debemos admitir que una persona de 50 años, ya ha vivido un poco más de la mitad de su vida biológica en el orden natural de las cosas. ¿Cuánto tiempo le queda a esa persona? Al planificar; ¿Debe tener en cuenta el tiempo?
Hay jóvenes que en su conducta o forma de ser, parecen ancianos y hay ancianos que parecen jóvenes.  Romanos 14.  5. Un colega decía pedirle a Dios que en su vejez tuviera una mente lúcida, hasta el final de su vida, una mente joven.  Hay que entender que con el correr de los años la capacidad de reacción se vuelve lenta y ni que pensar si ha habido algún problema de salud que la ralentiza mucha más. “Mens sana in corpore sano”,  ha sido un ideal junto con la búsqueda del elixir de la juventud.
El cuerpo y la mente de un hijo de Dios, deberían mantenerse saludables; el cuerpo como templo del Espíritu Santo y la mente redimida para que dé lugar a la mente de Cristo. 1ª Corintios 2. 16;  6.  19.
S. Juan 21. 18, 19, Dice claramente el versículo 19 de que muerte moriría Pedro.  Y por supuesto que el versículo 18 es lo que viene diciendo al respecto.  Aplicando esa verdad a la vejez, también es cierto que cuanto más anciana se vuelve la persona, más depende de otros y muchas veces va a donde no quiere.
Espiritualmente se espera que una persona anciana; Tito 2.  2, 3. Esté dotada de virtudes cristianas, siendo ejemplo a los más jóvenes.  El Salmo 90 que hemos citado arriba en el versículo 12, relaciona la edad con la sabiduría cuando ambas armonizan.
Hace ya mucho tiempo que vengo pensando en dos ejemplos bíblicos que nos advierten cuando llegamos a la vejez. 1º Samuel 2. 22, 29 – 36. Dice entre otras cosas de que “Elí era muy viejo” y aunque enseñó a sus hijos (Que hacían pecar al pueblo con su conducta reprobada) no los estorbó y ya en plena vejez sobrevino el juicio de Dios. 1º Samuel 4.  18 – 22; la frase “Viejo y pesado” habla por sí sola.  Es triste llegar a la vejez así.
El otro caso, 1º Samuel 8. 1 – 6, Nos dice que Samuel había envejecido y sus hijos ya no andaban en el camino de su padre y se dejaban sobornar sin hacer justicia al pueblo.  Aunque Samuel fue un verdadero hijo de Dios con un testimonio intachable y un ministerio sin mácula, 1º Samuel 12.  2 – 5; en la vejez tuvo que ver a sus hijos corrompidos por la codicia.
A modo de conclusión;
Dado que Samuel creció en la casa del Señor y Elí fue su maestro ministerial y hasta su ejemplo a seguir, me pregunto si junto con las virtudes en el ADN espiritual de Elí ¿No se le transfirió el mismo problema de sus hijos?
No sé cuánto tiempo tengas para vivir, pero si llegas a la vejez y no tienes obreros de relevo, tienes un problema muy grave.  Pero mucho más grave es que tengas un relevo que anda en los caminos de los hijos de Elí o los de Samuel.
Oro y deseo que seas prosperado en todas las cosas así como tu alma prospera.

 J.J. Ch.